¿Qué es el empaque?

Partimos el inicio del artículo con esta sencilla pregunta porque aunque no lo parezca, el empaque tiene un significado más allá de servir como contenedor.

En términos industriales y operacionales, el empaque no es más que un envase que protege y preserva el producto para que llegue en óptimas condiciones al consumidor final.

Sin embargo, para los profesionales de marketing y publicidad es una poderosa herramienta de promoción y venta. Lo cual es especialmente cierto en aquellos productos que carecen de atractivo por sí mismos.

Esto pasa principalmente en las categorías de medicina, alimentos e incluso de cosméticos.

Por ello se debe considerar que el empaque parte primeramente de un proceso de diseño y puede ser de cualquier material, tarros de plástico, cajas de madera, acero o un material mucho más sencillo.

Si bien el empaque ha sido creado principalmente para proteger el producto, también es muy útil a la hora de promocionar y diferenciar el producto y/o la marca de entre la competencia. Además es decisivo al momento de que un distribuidor acepte o no manejar el producto en sus sucursales.

Sin mencionar que también es un medio de información ya que en la etiqueta comunica todo lo que el consumidor quiere y debe saber.

Funciones del empaque

Entre las muchas funciones de un empaque, podemos mencionar 4 de las más importantes.

📦  Como lo mencionamos anteriormente, el empaque debe cumplir al 100% la tarea de proteger al producto de todas las adversidades. Desde su manipulación al momento de distribuirse hasta de factores externos como el calor.

🛍️  En segundo lugar, debe tener un diseño que influya en la percepción de los clientes y que favorezca el comportamiento de compra. Esto se logra a través de los colores, tipografía, formas y materiales con los que está hecho el empaque.

🧴  La ergonomía del empaque también es importante y debe satisfacer tanto a los mayoristas y distribuidores como a los consumidores. A los primeros dos les importa que sea resistente, fácil de embarcar y de almacenar, mientras que los segundos buscan que sea de fácil manejo y visualmente atractivo.

Afortunadamente existen muchos tipos de empaque que cumplen con estas características, como los tarros de plástico o los contenedores metálicos.

🌱  Finalmente tenemos el último punto, que apenas comienza a introducirse en el proceso de manufacturación de las empresas. Nos referimos a la compatibilidad del empaque con el medio ambiente.

Cada vez más nos encontramos frente a consumidores que optan por lo sustentable por lo que la demanda de este tipo de productos está creciendo. Hacer tu empaque biodegradable podría darle una mejor percepción de tu marca al consumidor.

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