A partir de los 40 años, es importante que comiences a ser especialmente cuidadoso con tu salud, pues es a esa edad en que muchas enfermedades comienzan a aparecer. 

Un ejemplo claro de esto es el glaucoma, una enfermedad ocular degenerativa que puede causar pérdida de visión y/o ceguera al dañar el nervio en la parte de atrás del ojo. Además, su peligrosidad radica en que al inicio no muestra síntomas, por lo que es frecuente que cuando la enfermedad se detecta ya está muy avanzada.  

Sin embargo, no por esto debes alterarte, pues existe la forma de detectarla a tiempo y controlarla para evitar sus consecuencias en tu salud. 

Justo para evitar que caigas en desinformación hemos creado este blog con algunos de los mitos más populares que rodean a esta enfermedad, con la única intención de desmentirlos y explicarte de qué va realmente el glaucoma. 

➡️ Mito: El glaucoma tiene cura

Realidad: Lamentablemente aún no existe una cura para el glaucoma, pero un diagnóstico temprano junto a un tratamiento adecuado ayudan a detener la progresión de esta enfermedad y mantenerla controlada. 

Para ello es imprescindible que a partir de los 40 años o antes si es que cumples con uno o más factores de riesgo, acudas al menos una vez al año con tu oftalmólogo. 

➡️ Mito: Solo las personas mayores pueden desarrollar glaucoma

Realidad: Si bien es cierto que aparece más en personas mayores de 60 años, incluso los bebés pueden desarrollar glaucoma por lo que hay que mantenerse alerta a los factores de riesgo como familiares con glaucoma, padecer diabetes, etc. 

➡️ Mito: La pérdida de visión por glaucoma es reversible

Realidad: Los efectos que el glaucoma causa en tu visión, incluida la ceguera, son irreversibles. 

➡️ Mito: Los síntomas del glaucoma son fácilmente detectables. 

Realidad: La gran mayoría de los casos de glaucoma son asintomáticos y no es posible detectar la enfermedad hasta que ya está muy avanzada. De hecho, por esta razón se le conoce como el ladrón silencioso de la vista. 

Si tienes más de 40 años acude con tu oftalmólogo al menos una vez al año para evitar ceguera por glaucoma

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