Darle sentido a la muerte de un ser querido suena mucho más fácil de lo que en realidad es. Y es que aunque cada persona lidia de forma diferente con este tipo de eventos, en definitiva algunas personas sufren más que otras. 

No obstante, se trata de una etapa natural en la vida de cualquier persona y entre mejor aprendamos a lidiar con ella, no solo tendremos una relación más sana con la muerte sino nuestra relación con la vida misma será mejor. 

Para ello es que justamente existe la disciplina de la tanatología cuyo objetivo es intentar darle sentido al proceso de la muerte, sobre todo en casos en los que provoca un alto grado de dolor y sufrimiento. 

¿Por qué nace la tanatología?

La palabra tanatología es una conjunción de dos palabras de origen griego: Tanathos, el nombre de la diosa de la muerte y logos, cuyo significado varía entre estudio, palabra, discurso o sentido. 

Y aunque es una disciplina que surgió a partir de los años 50, su primera mención fue hasta el año 1901 por el médico ruso Elie Metchnikoff y fue definida como una rama de la medicina forense que trataba todo lo relativo a la muerte. 

Posteriormente, la Dra. Elisabeth Kübler Ross retomó el concepto para definirlo como una instancia dedicada a los moribundos y a sus familiares para ayudarles a superar la etapa terminal. 

¿Cómo ayuda la tanatología?

En general, el objetivo de esta disciplina es proporcionar ayuda y acompañamiento profesional a personas con enfermedades terminales así como a sus familiares o a cualquier otra persona que esté viviendo una pérdida. 

Además, algunos de los objetivos particulares son los siguientes:

  • • Ayudar a constituir en las personas un sistema de creencias mediante la aceptación de la muerte como parte del proceso natural de la vida. 
  • • Preparar a la gente para asumir la próxima pérdida. 
  • • Cooperar en el trato humano e inteligente a quienes están cercanos a la muerte. 
  • • Entender dinámicas de pena y tristeza desde un punto de vista humano. 
  • • Tener como prioridad la dignidad de la persona enferma, su autonomía y su capacidad de tomar sus propias decisiones respecto a su muerte. 

 

 Para cumplir con estos objetivos, hay ciertas acciones que se deben llevar a cabo, por ejemplo

  • • Asumir la realidad de la pérdida
  • • Trabajar y validar emocionar relacionadas con la muerte
  • • Aprender a vivir en un mundo en el que la persona fallecida ya no está. 
  • • Recolocar emocionalmente a la persona en su lecho de muerte. 
  • • Intentar lograr la ausencia de sufrimiento 
  • • Hacer énfasis en las relaciones significativas de la persona enferma
  • • Trabajar en el alivio de conflictos
  • • Comprensión del enfermo sobre las limitaciones físicas que padece. 

 

Aplicaciones

Aunque la tanatología está enfocada sobre todo en pérdidas humanas de seres queridos, su aplicación se ha extendido a otros ámbitos, por ejemplo: 

Pérdidas de aspectos de sí mismo ya sean físicas o mentales, por ejemplo la pérdida de autoestima, ideales o alguna pérdida física como una amputación, capacidades sensoriales, etc. 

Pérdidas emocionales como rupturas con amistades, pareja, familiares, etc.

Pérdidas ligadas con el desarrollo, por ejemplo de ciertas etapas como la juventud, la infancia, incluso la pérdida del trabajo, algún negocio, etc. 

Pérdida de animales de compañía. 

¿Cómo ser especialista en tanatología?

Si bien no existe como tal un camino trazado para convertirte en tanatóloga/tanatólogo, aquí te damos algunas recomendaciones para conseguirlo: 

Estudia una carrera relacionada con el área de medicina, trabajo social, psicología, terapia física o alguna otra afín

Posteriormente puedes tomar un posgrado o diplomado en tanatología para dedicarte de lleno a esa área. 

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