En los últimos años, la tecnología ha dado pasos agigantados dejando muy atrás a varias generaciones. Sin embargo, esto no quiere decir que la brecha digital tenga que quedarse así. Más bien implica que las personas se tienen que adaptar y actualizar a las nuevas tecnologías. 

Esto aún más, considerando que la tecnología no avanza por avanzar, sino que toma en cuenta las necesidades y problemáticas de generaciones presentes, futuras y pasadas. 

Por eso, en este blog hablaremos de cómo la tecnología domótica puede representar una solución en el cuidado y autonomía de las personas mayores. 

En el futuro, las casas inteligentes están diseñadas para personas mayores, con capacidades diferentes o con enfermedades crónicas. Por ejemplo, se planea incorporar un espejo con tecnología facial capaz de detectar signos de mala salud. 

De igual forma, la casa cuenta con sensores capaces de detectar signos tempranos de enfermedades como Alzheimer o demencia. Esto mediante la valoración de movimientos y cambios de comportamiento del residente. 

Dichos sensores no invasivos, son capaces de registrar todas las actividades diarias del residente. Desde sus patrones de sueño, si cerraron las puertas, apagaron el gas, cerraron llaves de agua, si tomaron sus medicamentos, hasta si descansaron el tiempo adecuado. 

Además, una de las mayores ventajas de las casas inteligentes es que toda la información recuperada se guarda inmediatamente en la nube y es enviada a los familiares o al médico responsable del residente. 

Adicional a las características anteriores, las casas inteligentes para el cuidado de gente mayor de edad también cuentan con los atributos tradicionales que caracterizan a la domótica. 

Esto incluye el control de la iluminación, de cerraduras, de llaves de agua y gas, así como de otros dispositivos inteligentes como la televisión. 

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