Uno de los pasos más importantes y anhelados por quienes nos independizamos es tener nuestra propia casa. Para lograrlo puedes decidir entre comprar una casa con un préstamo, un crédito, rentar, o mejor aún, construirla sobre tu propio terreno. 

Si te decides por la última opción, es decir, construir, debes tomar en cuenta muchos aspectos. Desde el presupuesto para tu hogar en muebles y en los materiales de construcción (como el pegablock, el cemento, etc.) hasta fijarte en cada detalle de la edificación, empezando por el tipo de terreno

Por eso es que en este blog te diremos algunos tips para verificar que el suelo donde estás a punto de edificar es totalmente apto para construir. 

Primero que nada, el terreno debe cumplir con tus expectativas tanto en espacio como en términos económicos y de urbanización. Además de cumplir con todos los procesos administrativos correspondientes.

Para saber la composición del subsuelo debes encargar un estudio geotécnico que te diga el tipo de terreno que es, así como su resistencia. 

¿Cuáles son los tipos de subsuelo que puedes encontrar?

Básicamente se clasifican 4 tipos de suele que puedes encontrar al momento de construir y son los siguientes:

Deficientes: Terrenos fangosos, materia orgánica, material de relleno, etc. En pocas palabras, suelos que no son aptos para cimentar. En caso de tener que trabajar con este terreno, se deberá trabajar con cimentaciones profundas. 

Roca: Son los mejores terrenos para construir, son resistentes, duros y dan la mejor estabilidad. 

Sin Cohesión: Este terreno está constituido por gravas y arenas. Es preferible que estén encima de un estrato más duro.

Cohesivos: Este tipo de suelos se adhieren fácilmente entre ellos. Tienen una resistencia de media a alta pero para mayor resistencia necesitan un poco de humedad. 

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