El análisis de datos cada vez cobra más protagonismo y a medida que su uso aumenta, es imperativo hablar de cómo y en qué se utiliza, más aún si consideramos que muchas veces se trata de información sensible. 

Si hoy en día dejamos datos en cada paso que damos, sobre todo en internet, ¿cómo sabemos que no se les dará un mal uso o que se abusará de ellos para otros fines?, ¿en quiénes podemos confiar? 

Primero hay que aclarar que el problema no es la tecnología ni el big data, el data analytics o la inteligencia artificial que de hecho, contribuyen fuertemente al desarrollo de la sociedad.

Por esta razón ahora existe lo que conocemos como ética de datos 💻🔐

El término habla por sí mismo, por lo que no es necesario explicarlo a detalle. Lo que sí vale la pena decir es que la ética en los datos debe estar presente durante todo el proceso: es decir; en la captación, gestión, privacidad y uso de la información.

Afortunada o desafortunadamente las noticias sobre el robo de datos de grandes empresas como Facebook o Buró de Crédito han sensibilizado a otras instituciones, razón por la que día a día se esfuerzan más en proteger la información de su compañía y usuarios. 

Ahora hay mucha más conciencia sobre las consecuencias de sobrepasar la privacidad e intimidad de los usuarios mediante la recopilación, procesamiento y uso de sus datos, por lo que se siguen creando normas y protocolos para la regulación de esta actividad.

Dicho todo lo anterior, podemos concluir que ante los problemas que día a día surgen respecto al análisis de datos cada vez se posiciona más como mejor y única solución el avance de la ética de datos. 

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