Consumir todo tipo de productos con envolturas plásticas se ha vuelto tan normal que ya no lo notamos. 

Sabemos que le estamos haciendo bien a nuestro cuerpo cuando bebemos una botella de agua, sin percatarnos que esa misma botella tarda mil años en desaparecer y tarde o temprano, flotará sin rumbo sobre el océano, perjudicando a las cientos de especies que ahí habitan.

¿A dónde van todos los plásticos?

El plástico es uno de los materiales más difíciles de disolver, está hecho a base de petróleo y carbón. Su tiempo estimado de degradación es de 180 años, aunque depende también del tipo de plástico que se haya fabricado.

Los envases de plástico o PET representan el 12% de la cantidad de residuos sólidos urbanos y aunque la mayoría de ellos son reciclables, es importante que se depositen en el bote correcto para que eso suceda.

Aunque el plástico sigue estando muy presente dentro de todos los refrigeradores y estantes del supermercado, las empresas han bajado un 30% en promedio el peso de una botella de plástico, así como el de otros contenedores y bolsas hasta en un 65 % de su peso hace 30 años.

Ante ello, además de reciclar es importante que desarrollemos una actitud de conciencia y apreciemos el hecho, que un recipiente plástico tiene más de un uso y debemos dárselo.   

Reciclado de plásticos complejos

Debido a la enorme importancia de reciclar y a lo difícil que son algunos materiales, empresas privadas han innovado por el planeta creando leca plástica de alta eficiencia, es decir, un producto hecho 100% a base de plástico (cualquier tipo) que promete reemplazar al canto rodado o a la piedra partida, a un costo menor. 

Sus beneficios son:

  • Ahorro en transportación: debido a su peso reducido, cabe más en los camiones de carga y en consecuencia se realizan menos viajes para transportarla. Esto significa un ahorro en camiones, combustible, chofer, peaje y viáticos. 
  • Menor inversión en materiales de construcción:Su volumen más ligero, crea hormigones más livianos, reduciendo con eso el soporte estructural y una disminución en costos de materiales. 
  • Aislación térmica: Aplicada en casas y oficinas, se disminuye la temperatura de los interiores lo que además de un ahorro económico, beneficia en gran manera al medio ambiente. 

Debido a la concientización, son cada día más los materiales a los que se les brinda una segunda vida y se alarga su tiempo de uso, creando así menores desperdicios y ayudando al planeta.